LO ULTIMO... aldeaglobal

Sunday, April 22, 2007

Lloremos también las muertes de Irak


22/Abril/2007.-
En estos días todo el mundo se ha conmovido con la Masacre de Virginia Tech, la Universidad Norteamérica, donde murieron 32 personas, la mayoría jóvenes universitarios de los primeros ciclos de la educación superior. Y también algunos profesores. Incluso, se cuenta de uno de ellos, que trabó la puerta de entrada al aula con su propio cuerpo, para que sus discípulos alcanzaran a escapar por las ventanas y quedar fuera del alcance de las balas. Eso le costó la vida el heroico maestro.

El autor, Cho Seung-Hui, un joven de origen oriental, con un historial de complejidades psiquiátricas. Este componente, asociado a su resentimiento étnico, desató la tragedia… la masacre como se le bautizó en los medios de comunicación.

En lo personal, sin duda, también lamento esta tremenda tragedia. Y me pongo en el lugar de los padres que jamás podrán ver a sus hijos… hijos que jamás podrán cumplir sus sueños.

Pero, sin duda, hay otro hecho, ocurrido con diferencia de escasas horas, que también provoca la reacción de impotencia, rechazo, cuestionamiento…. En fin.. un profundo dolor. Me refiero al atentado con bombas ocurrido en Irak el mismo día fatídico de la Masacre de Virginia Tech. El atentado en Irak dejó más de 140 muertos y unos doscientos heridos.

No es que valide más este hecho por el número de muertos, pero sí me parece que comunicacionalmente, hay un manejo intencionado de la situación. Digo esto porque todo el mundo habla de Virginia Tech y solidariza con estados Unidos y su gente. Pero ¿Qué pasa con las 140 muertes de Irak? Y las miles que se han acumulado durante la invasión norteamericana?
Por favor, no perdamos las proporciones. Ni la capacidad de análisis crítico de nuestro entorno.
Lo que ocurre en Irak, no es la consecuencia del acto de una persona y de responsabilidad individual. Es por la definición de la política exterior de estados unidos, que, en virtud de no sabemos que derechos supra, decidió atacar Irak.

Entonces, si analizamos la situación en paralelo, tenemos que el hecho de Virginia Tech responde a la conducta individual de un joven. Por cierto, conducta desadaptada por una serie de procesos individuales y sociales. Si bien, Cho Seung-Hui, nos parece ajeno, no es más que el síntoma de una sociedad mundial enferma. Que reproduce la distorsión de los valores. Eso en el análisis de fondo, porque en estricto rigor jurídico, la responsabilidad es personal.

Pero, en el otro lado, la situación de Irak, tenemos conflictos históricas de una nación con las más altas reservas de crudo… sí… el petróleo. Donde el intervensionismo Norteamérica sobrepasa ya, todo nivel de entendimiento.

Entonces, no nos quedemos con el dolor, con el legítimo dolor de loe 32 jóvenes de Virginia Tech. Pensemos también en la Invasión a Irak por parte de la que se dice mayor potencia del mundo, salvaguardadota de la Paz y que no le importa invadir un país, pese a la negativa de las naciones unidas, en su momento. Y no se hace problemas en mantener una sangrienta guerra, donde además, los soldados guerreros, pertenecen en su mayoría a los norteamericanos de origen latinoamericano y otras minorías raciales.

Por lo demás, el último informe de la Cruz Roja Internacional, difundido en las últimas semanas, indica que la situación de la población civil está empeorando en Bagdad, la capital iraquí y que los hospitales no dan abasto para atender a los miles de heridos, muchos de ellos, niños mutilados.